¡Me encantan las cartas! enviar, recibir, leer, escribir,
comentar, guardar, quemar… tanto en papel (correo tradicional), como
electrónicas (e-mail). Y obvio que a esto también se le suman las postales. Cuando
descubrí el género epistolar, me convertí en el cartero de unos cuantos
personajes que se escribían cartas, cartas y más cartas, y que tenían mi cabeza
loca con tanto papeleo. Me inventé una relación disfuncional, obsesiva/compulsiva,
entre unos personajes que solo se podían comunicar por cartas y terminó
convirtiéndose en una noveleta interesantísima.
Disfruto tanto de las cartas que me enamoré de mi esposo por este medio.
Obvio, él en un país y yo en otro, ¿de qué otra forma nos contactábamos? Pues
ni vean todos los correos largísimos que nos enviábamos a diario. Me encanta
ese contacto, la magia de sentirte cerca
de otra persona por medio de la palabra. Y que conste que actualmente nos
seguimos dejando cartitas y notitas, por aquello de no perder la costumbre.
También
me escribo cartas con mi familia y con algunas amistades de distintos países.
No saben la ternura que fue recibir hace unos días dos cartas de mis
sobrinitas, llenas de dibujos y cariños. Está
en tus manos cambiar el solo recibir facturas, optando por comenzar a enviar
cartas y postales a tus amigos y familiares.
¿Y a qué viene todo esto del carteo? Pues que hoy
se celebra el Día Mundial del Correo, además de que es la Semana de la Carta.
Según la ONU, "el correo es un servicio que forma parte integral del
creciente mundo digital y de la actual era de la información y de las
tecnologías de las comunicaciones".
Que sí, que sí… que me dirás que hoy día la gente no escribe cartas,
mucho menos a mano. La tecnología ha dejado de lado esta práctica, pero yo
prefiero concentrarme en lo positivo y sacar lo mejor de las cosas. ¿Sabías que
hay novelas epistolares a través de
correos-e? Pues eso, aunque no practiques el correo tradicional, te invito
a que al menos te cartees por medios electrónicos o que incluyas alguna carta
en tus escritos.
Y como no
me puedo quedar con las manos cruzadas ante esta celebración, les traigo una propuesta literaria, una
iniciativa, un proyecto creativo que de seguro te encantará:
Así que se vale incluir un poema, pedir a alguien en matrimonio, anunciar una muerte, confesar un crimen, saludar a un viejo amigo, desahogarse, reflexionar, etc. Ejemplos:
- En plena segunda guerra mundial, Anna Collins decide enviarle una carta a su esposo, un soldado al que no ve desde hace tres años. En esta le comunica que ha tenido que recurrir a la prostitución para darle de comer a sus hijos.
- Eduardo García, un hombre que lleva 17 años preso por un crimen que no cometió y quien no recibe visitas ni tiene comunicación con nadie, escribe una carta y la envía a una dirección cualquiera.
Luego de escribir tu carta, debes corregirla y enviármela. Todas las cartas que yo reciba van a ser contestadas por ustedes mismos. Entiéndase, si Juanita me envía una carta, Pedrito se la va a contestar, y viceversa, pero siguiendo el contenido literario de la primera. La primera debe ser una carta que invite a una contestación. La segunda debe ser tajante, cerrar del todo los hechos.
Yo serviré de intermediaria (cartero) entre ustedes, para asegurar la privacidad de las cartas, pues recuerda que serán firmadas por el personaje, no por el escritor. La contestación me la harán llegar y yo se la entregaré al remitente. ¿Y qué lograremos al final? un eBook con la recopilación de todos los textos. Veamos, para que se entienda mejor:
